¿Quién fue Charlotte Mason? (1842-1923)

Fue una educadora británica que vivió a fines del siglo XIX, nace en 1842 en Inglaterra, contemporánea de María Montessori (1870-1952). Maestra de profesión, en 1892 estableció Parents National Education Union (PNEU), una asociación de padres y maestros interesados en estudiar los principios de su método y cómo aplicarlos. Se ocupó especialmente de la formación de padres, maestros y niñeras. Escribió libros en los cuales abordó temáticas tales como la crianza, la educación formal y la formación del carácter.

Algunas ideas con las que podemos acercarnos a la pedagogía de Charlotte Mason son:

  • Los niños son personas, por lo tanto, siempre deben tratarse con cortesía, respeto y dignidad.
  • La educación es la ciencia de las relaciones. Debemos ayudar al alumno a descubrir y desarrollar su relación con Dios, consigo mismo, con los demás y con todo lo creado.
  • El maestro debe hablar menos y escuchar más, no interrumpir, no quitarle al niño su iniciativa. Sacar siempre lo mejor de cada uno, el maestro acompaña, guía e inspira para ser mejor.
  • Debemos asegurarnos de que cada día los alumnos tienen algo o alguien a quien amar, algo que hacer y algo en lo que pensar.
  • La educación es «disciplina», refiriéndose a la disciplina de los hábitos. Formar los hábitos de mente y cuerpo de manera consciente.
  • La educación es «vida» lo que implica la necesidad de sustento físico, intelectual y moral. La mente se nutre de ideas, por ello, los niños deben estar expuestos a un currículo extenso y variado.

CRISTO es soberano sobre todo y, como tal, debe integrarse en cada parte del currículo educativo y dentro de la comunidad. 

¿Por qué estudiar historia?  

Porque podemos ver cómo Cristo preparó al mundo para sus obras.

¿Por qué estudiar matemáticas?

Porque podemos presenciar el orden meticuloso con el que Dios diseñó el mundo.

«Nuestra vida es una pregunta abierta, un proyecto incompleto, pendiente de llegar a su fructificación y realización . La pregunta fundamental de cada hombre es: ¿Cómo alcanzaré la realización, la plena humanidad? ¿Cómo se aprende el arte de vivir? ¿Cuál es la senda de la felicidad? Y continuaba: Evangelizar significa mostrar una senda, enseñar el arte de vivir… pero ese arte no es el objeto de estudio de una ciencia, y sólo puede ser comunicado por el que tiene vida, que es el Evangelio personificado. 

El amor es el principio y fin de la educación, porque el amor es el camino que nos hace más humanos. Por eso una identidad católica nunca amenaza la libertad humana, sino que por el contrario ofrece las mejores posibilidades para el florecimiento humano, incluso para los no creyentes». (Stratford Caldecott, Beauty in the Word)